¿Qué es y para qué sirve el magnesio?

El magnesio Mg2+ es el catión extracelular más abundante en el cuerpo humano, imprescindible para el organismo ya que actúa como cofactor en más de 300 reacciones metabólicas, jugando un papel fundamental en el metabolismo de la glucosa y de la insulina, en la síntesis del trifosfato de adenosina (ATP), de las proteínas y de los ácidos nucleicos. El magnesio también participa en la estabilidad de la membrana neuromuscular, siendo fundamental en la regulación del mecanismo de relajación-contracción muscular, bien como en el mantenimiento del tono vasomotor. Otro rol fundamental del magnesio es como regulador fisiológico de la función hormonal e inmunológica.[1]

Fuentes dietéticas de magnesio:

Las principales fuentes dietéticas de magnesio son cereales integrales, las verduras de hoja verde, los frutos secos, las frutas, las legumbres y los tubérculos como las patatas. [1] Por tratarse de un macromineral, se necesitan grandes cantidades de magnesio todos los días (superiores a 100 mg/día) para que nuestro organismo funcione correctamente. Según el último informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) sobre Ingestas Nutricionales de Referencia para la población española, la recomendación de ingesta diaria de magnesio en adultos es de 350 mg para hombres y de 250-300 mg para mujeres. Según la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), considerando toda la población europea, los valores recomendables de magnesio en el caso de personas adultas son 350 mg para hombres y 300 mg para mujeres.

En los últimos años, se ha observado una reducción importante en la ingesta diaria de magnesio, especialmente en los países occidentales, donde se ha generalizado el consumo de alimentos procesados. Este tipo de alimentos son muy pobres en magnesio, lo que compromete una ingesta adecuada de este macronutriente y expone a las personas a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la resistencia a la insulina, diabetes mellitus tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. El déficit de magnesio también está relacionado con  trastornos neuromusculares y del metabolismo óseo, arritmias cardíacas, hipertensión arterial, aterogénesis y eclampsia.[24] Otro factor que preocupa los científicos es el agotamiento del suelo provocado por la agricultura intensiva. En los últimos 100 años, se ha observado una disminución constante del contenido de magnesio en los alimentos que comemos, lo que también está relacionado con la disminución de la ingesta de este mineral en las poblaciones modernas.[5]  Por este motivo, la suplementación con magnesio es cada vez más recomendable como una alternativa para garantizar su ingesta diaria en las cantidades normales y adaptada a las condicionantes de la vida moderna.

¿Por qué el citrato de magnesio es la mejor opción como complemento alimenticio de magnesio?

El magnesio no se encuentra en la naturaleza en estado libre (como catión Mg2+), sino que forma parte de numerosos compuestos como óxidos, sales inorgánicas y orgánicas, que presentan distintas propiedades químicas. Cuanto a la suplementación, las formas químicas que ha demostrado presentar mejor biodisponibilidad (mejor taza de absorción por el organismo), son las sales orgánicas o quelatos de magnesio, donde se destacan el citrato de magnesio y el glicinato de magnesio (también conocido como aminoquelato de magnesio o magnesio quelato de aminoácido), por su amplia utilización y comprobada seguridad en la formulación de complementos alimenticios. De estas dos formas químicas, el citrato de magnesio es la que presenta la mayor biodisponibilidad, como se ha verificado en un estudio clínico aleatorio realizado en 2003 por el grupo de Ann F. Walke del departamento de Biociencias de los Alimentos de la Universidad de Reading en el Reino Unido. En este estudio se comparó la administración en paralelo de 3 complementos alimenticios de magnesio utilizando 3 formas químicas distintas: el óxido de magnesio, el glicinato de magnesio y el citrato de magnesio.[6] El estudio concluyó que el complemento alimenticio de citrato de magnesio presentaba la mayor biodisponibilidad, pues generaba una mayor concentración de magnesio en la sangre de los voluntarios después de una administración tanto aguda (24 horas después de la primera toma del producto), como crónica (después de 60 días de consumo diario del producto).

Algunos blogs y artículos de opinión en internet descalifican los quelatos de magnesio, alegando que estos proporcionan menos magnesio elemental por grama que las sales inorgánicas como el óxido de magnesio o el cloruro de magnesio. Eso ocurre porque los quelatos orgánicos son moléculas grandes que presenta un mayor peso molecular, y al final, la cantidad de magnesio elemental por masa de producto es inferior. No obstante, como se ha verificado en un trabajo científico realizado en el grupo de Wim Derave de la Universidad de Ghent en Bélgica y publicado en la revista científica Nutrients, la mayor solubilidad en condiciones fisiológicas y la biodisponibilidad superior de los quelatos de magnesio, compensan el menor contenido en magnesio elemental, resultando, al final, en una mayor concentración de magnesio en la sangre y una mayor tasa de absorción en el intestino.[7] Estos resultados sugieren que la solubilidad de un suplemento de magnesio es de mayor relevancia para la biodisponibilidad in vivo que la cantidad de magnesio elemental por grama de producto.

En conclusión, antes de comprar su complemento de magnesio, hay que saber en cual forma química se presenta este macronutriente. El citrato de magnesio es la fuente de magnesio con la mejor biodisponibilidad y, a pesar de un poco más caros que los productos a base de óxido o cloruro de magnesio, al final presentan la mejor eficiencia, y consecuentemente, la mejor relación entre coste y beneficio. Nutribiolite ha desarrollado el MAG-FUSION fusión perfecta de nutrientes esenciales que juegan un papel importante como cofactores para la síntesis de varios neurotransmisores necesarios para la salud neurológica general, para el metabolismo de las proteínas, la formación del ADN/ARN y para la fijación del calcio en los huesos. Consiste en la combinación de magnesio bajo la forma de citrato de magnesio 3:2, una selección de 3 vitaminas del complejo B (vitaminas B6, B12 y B9-folato) y vitamina D3.

Referencias:

.