Un ensayo clínico controlado en 40 mujeres de 40 a 60 años, publicado en 2024 en el estudio en Skin research and technology : official journal of International Society for Bioengineering and the Skin (ISBS) [and] International Society for Digital Imaging of Skin (ISDIS) [and] International Society for Skin Imaging (ISSI) , evaluó un suplemento oral con vitaminas del grupo B, zinc y magnesio. Tras cuatro meses, el grupo que tomó el suplemento mostró menos arrugas visibles, menor enrojecimiento facial y una puntuación global de envejecimiento cutáneo más baja que el grupo control.
Los cambios fueron moderados pero claros en un periodo relativamente corto. Para mujeres de mediana edad con fotoenvejecimiento leve o moderado, estos resultados señalan que ciertos nutrientes orales, como el zinc y el magnesio, pueden apoyar la estructura y el equilibrio inflamatorio de la piel desde dentro.
El estudio mostró mejoras visibles en arrugas y rojeces en cuatro meses
El trabajo se diseñó como un ensayo clínico prospectivo, controlado y aleatorizado. Cuarenta mujeres sanas, inmunocompetentes, de 40 a 60 años y con envejecimiento leve o moderado según la escala de Griffith, se repartieron en dos grupos, uno con suplemento oral diario y otro sin suplemento.
Durante cuatro meses se realizaron evaluaciones en tres momentos, inicio, dos meses y cuatro meses. Se usaron fotografías estandarizadas y un sistema de análisis de imagen llamado VISIA para cuantificar arrugas, manchas, rojeces y porfirinas, además de una técnica no invasiva de imagen en profundidad, la tomografía de coherencia óptica dinámica, para analizar epidermis, colágeno y vasos sanguíneos.
El grupo suplementado redujo su puntuación media de envejecimiento en la escala de Griffith de 4,5 a 3,8, una mejora estadísticamente significativa. También se observó una disminución clara de las áreas rojas en la cara y una reducción cercana a significativa en el número de arrugas visibles. En el grupo control no hubo cambios relevantes.
Los autores señalan que el tamaño muestral es pequeño y que se trata de un estudio piloto, por lo que los resultados deben interpretarse con prudencia. Aun así, la coherencia entre la valoración clínica y las medidas objetivas de imagen refuerza la idea de que el apoyo nutricional con micronutrientes como zinc y magnesio puede tener un impacto real en la apariencia de la piel.
Inflamacion, colageno y microvasculatura, la fisiologia que hay detras de una piel que envejece
El envejecimiento cutáneo combina factores internos y externos. La radiación ultravioleta, la contaminación y los irritantes tópicos generan un estado de inflamación crónica de baja intensidad, conocido como inflamaging, que daña colágeno y elastina, altera la microvasculatura y favorece arrugas, flacidez y rojeces persistentes.
En paralelo, con la edad disminuye la capacidad de reparación de la dermis y la epidermis se vuelve más fina y seca. En la menopausia, la caída hormonal acelera la pérdida de colágeno y elasticidad. El resultado es una piel más frágil, con tono apagado y mayor tendencia a la inflamación y a la desorganización de la matriz extracelular.
El suplemento estudiado combinaba un complejo botánico con vitaminas del grupo B, zinc y magnesio. Estos dos minerales participan en cientos de reacciones enzimáticas relacionadas con la reparación tisular, el equilibrio oxidativo y la respuesta inflamatoria. En el ensayo, la reducción de rojeces y la ligera remodelación del colágeno observadas por imagen se interpretan como un posible efecto antiinflamatorio y de ajuste de la matriz de soporte de la piel.
Además, el mantenimiento de los niveles de porfirinas en el grupo tratado, frente al aumento en el grupo control, sugiere un impacto sobre la microbiota cutánea y el estado de equilibrio de la superficie de la piel. Aunque estos aspectos requieren más estudios, apuntan a una vía interesante, la nutrición oral que modula tanto la inflamación como el ecosistema de la piel.
Habitos diarios que apoyan la piel desde dentro y desde fuera
Los resultados del ensayo se suman a una idea ya conocida, la piel responde mejor cuando se combinan protección externa y apoyo interno. La primera línea de defensa sigue siendo la fotoprotección diaria, evitar quemaduras solares repetidas y limitar la exposición en las horas centrales del dia.
En paralelo, una alimentación rica en frutas, verduras, legumbres y grasas saludables aporta antioxidantes y micronutrientes que participan en la síntesis de colágeno y en el control del estrés oxidativo. Mantener una buena hidratación, reducir el tabaco y moderar el alcohol también se relaciona con una piel más estable y con menos inflamación visible.
En la rutina cosmética, los limpiadores suaves, las cremas con filtros solares y los activos tópicos bien formulados ayudan a preservar la barrera cutánea. Evitar exfoliaciones agresivas y cambios bruscos de productos disminuye la probabilidad de irritación crónica que puede alimentar el círculo de inflamaging.
En este contexto, los suplementos orales que aportan nutrientes implicados en la estructura y el metabolismo cutáneo, como zinc y magnesio, se entienden como un apoyo complementario. No sustituyen a los hábitos, pero pueden sumar en personas que buscan cuidar su piel desde un enfoque integral.
Como se relacionan zinc y magnesio del estudio con el colageno y el cuidado integral de la piel
Aunque el ensayo clínico se centró en un suplemento concreto con mezcla herbal, vitaminas B, zinc y magnesio, su mensaje central es claro. Determinados micronutrientes orales, entre ellos zinc y magnesio, se asocian con una piel que muestra menos arrugas visibles, menos rojeces y una mejor valoración global de envejecimiento en mujeres de mediana edad.
Este tipo de evidencia encaja con el enfoque de formulaciones que combinan colágeno, ácido hialurónico, extractos vegetales ricos en silicio, vitaminas y minerales como zinc y magnesio. El colágeno aporta los ladrillos proteicos que forman la red de soporte de la dermis, el ácido hialurónico contribuye a la hidratación profunda y el bambú, por su contenido en silicio, se asocia al mantenimiento de tejidos conectivos como piel, cabello y uñas.
Cuando a esa base estructural se añaden minerales clave, como zinc y magnesio, se refuerzan rutas fisiológicas que el propio estudio pone en primer plano. El zinc participa en la síntesis de proteínas y en la protección frente al daño oxidativo, mientras que el magnesio interviene en el metabolismo energético celular y en la regulación de múltiples enzimas relacionadas con la reparación tisular.
La combinación de colágeno, ácido hialurónico, extracto de bambú, vitaminas y minerales crea un entorno interno más favorable para que la piel mantenga su firmeza, hidratación y capacidad de respuesta frente al estrés ambiental. El ensayo en mujeres de 40 a 60 años no estudia directamente esta formulación concreta, pero aporta un respaldo adicional al papel de zinc y magnesio como aliados nutricionales en estrategias de cuidado cutáneo con enfoque antienvejecimiento.

Complementos con colageno, acido hialuronico, extracto de bambu, vitaminas y minerales como zinc y magnesio se orientan a apoyar la estructura y la hidratacion de la piel desde una via fisiologica, pensados para adultos que ya cuidan su alimentacion y desean un apoyo adicional.
Lo que podemos extraer del estudio para el cuidado diario de la piel
El ensayo clínico en mujeres de mediana edad muestra que una estrategia no invasiva, basada en nutrientes como zinc y magnesio, puede asociarse con una reducción moderada de arrugas y rojeces en solo cuatro meses. No se trata de transformar la piel de forma radical, sino de acompañar sus procesos de reparación y equilibrio.
En la práctica, esto se traduce en tres pilares, proteccion solar constante, habitos de vida que reduzcan la inflamacion cronica y, para quien lo considere adecuado, el uso de complementos con colageno, acido hialuronico, extractos vegetales y minerales implicados en la fisiologia cutanea. La suma de estos factores es la que marca la diferencia a medio y largo plazo.
Este contenido es informativo y no sustituye el consejo de un profesional sanitario.
Preguntas frecuentes
Que papel tuvieron el zinc y el magnesio en el estudio sobre envejecimiento cutaneo
El suplemento evaluado incluia zinc y magnesio junto con otros ingredientes. Tras cuatro meses, el grupo tratado mostro menos rojeces y menos arrugas visibles que el grupo control, lo que refuerza el interes por estos minerales en estrategias de cuidado de la piel desde dentro.
Que significa que los resultados del estudio sean moderados pero significativos
Significa que los cambios no son espectaculares, pero si medibles y coherentes entre distintas pruebas. La puntuacion de envejecimiento bajo y las imagenes mostraron menos rojeces y menos arrugas, lo que indica una mejora real dentro de un margen razonable.
En cuanto tiempo pueden apreciarse cambios en la piel con apoyo nutricional
En el ensayo, las evaluaciones a los dos meses ya mostraban tendencias favorables y a los cuatro meses los cambios eran mas claros. En la practica, la piel suele necesitar varias semanas de constancia para reflejar ajustes en nutricion y habitos.
Por que se habla de enfoque no invasive en el cuidado del envejecimiento cutaneo
Porque el estudio se baso en un suplemento oral y en tecnicas de imagen que no requieren agujas ni cirugia. Se trata de intervenir a traves de nutrientes y de medir los cambios con herramientas objetivas, sin procedimientos agresivos.
Como encajan los complementos con colageno y minerales en una rutina antienvejecimiento
Estos complementos aportan componentes estructurales, como colageno y acido hialuronico, junto con minerales como zinc y magnesio implicados en la reparacion y el equilibrio oxidativo. Funcionan mejor cuando se integran en un estilo de vida que ya incluye buena alimentacion, proteccion solar y cuidados topicos adecuados.









