Un estudio en Nutrients de 2023 revisó decenas de trabajos sobre cómo la alimentación modula el eje intestino cerebro y su papel en enfermedades neurodegenerativas. Los autores analizaron datos en adultos, sobre todo mayores, y concluyeron que ciertos componentes de la dieta, como los ácidos grasos omega 3, pueden influir en la comunicación entre microbiota intestinal y cerebro.
Para la vida diaria esto significa que lo que comemos no solo alimenta al cuerpo, también condiciona mensajes inflamatorios, defensas y plasticidad cerebral. La revisión propone una nutrición de precisión, ajustada a la microbiota, los genes y el metabolismo de cada persona, como vía para preservar la salud cognitiva a largo plazo.
La nutrición de precisión sitúa al eje intestino cerebro en el centro del envejecimiento cerebral
El trabajo en Nutrients es una revisión sistemática, es decir, reúne y analiza de forma crítica estudios previos en humanos y modelos animales. No se centra en un único ensayo, sino en el conjunto de la evidencia sobre microbiota, dieta y procesos neurodegenerativos como Alzheimer, Parkinson o esclerosis múltiple.
Los autores describen que las alteraciones de la microbiota, lo que se conoce como disbiosis, se asocian con mayor permeabilidad intestinal, inflamación de bajo grado y cambios en proteínas cerebrales sensibles al daño oxidativo. Frente a ello, destacan patrones dietéticos ricos en fibra, polifenoles y ácidos grasos omega 3 como una de las estrategias más coherentes para modular el eje intestino cerebro y apoyar la función cognitiva con el paso de los años.
Cómo la microbiota y los omega 3 se conectan con la salud del cerebro
El eje intestino cerebro es una red de comunicación que une microbiota, sistema nervioso entérico, nervio vago, sistema inmunitario y cerebro. Cuando la microbiota está en equilibrio, produce metabolitos como ácidos grasos de cadena corta y vitaminas que ayudan a mantener íntegras las barreras intestinal y hematoencefálica, y regulan la inflamación.
En la revisión se subraya que los ácidos grasos omega 3, en especial el ácido docosahexaenoico o DHA, son piezas estructurales de las membranas neuronales. Un entorno rico en DHA favorece una membrana más fluida, lo que facilita la comunicación entre neuronas y la correcta respuesta a señales químicas. Además, los omega 3 se asocian con un perfil inflamatorio más equilibrado, algo clave en un contexto donde la neuroinflamación sostenida se relaciona con deterioro cognitivo.
El artículo también destaca que la microbiota influye en cómo absorbemos y transformamos estos lípidos, y a la vez los omega 3 pueden modificar la composición bacteriana hacia perfiles más beneficiosos. Esta doble vía, microbiota que modula lípidos y lípidos que modulan microbiota, es uno de los pilares de la nutrición de precisión aplicada al cerebro.
Hábitos diarios que apoyan el eje intestino cerebro y la función cognitiva
La revisión insiste en que no existe un único nutriente milagroso, sino un patrón de vida que, sumado, marca la diferencia. En el plano dietético, propone priorizar verduras, frutas, legumbres, cereales integrales y frutos secos, que alimentan a la microbiota y aumentan la producción de metabolitos protectores. A esto se suma la presencia regular de fuentes de omega 3 de cadena larga, como pescado azul.
Otros hábitos coherentes con esta visión incluyen mantener una actividad física regular, cuidar el descanso nocturno y reducir el estrés crónico, ya que el eje hipotálamo hipófisis suprarrenal interactúa con la microbiota y el cerebro. El mensaje de fondo es claro, pequeñas decisiones repetidas a diario, desde el plato hasta el movimiento, crean el entorno interno donde el cerebro envejece con más o menos resiliencia.
Cómo un complemento con omega 3 puede encajar en esta estrategia de precisión
En la práctica no siempre es sencillo mantener una ingesta constante de pescado azul rico en DHA, sobre todo en personas con agendas intensas o preferencias alimentarias específicas. En estos casos, algunas personas valoran el uso de complementos con omega 3 como apoyo a su alimentación, dentro de una estrategia más amplia que incluye dieta, actividad física y gestión del estrés.
El estudio en Nutrients no evalúa un complemento concreto, pero sí refuerza la idea de que los ácidos grasos omega 3 son componentes clave en la modulación del eje intestino cerebro y en la preservación de la función cognitiva durante el envejecimiento. Un producto formulado con aceite de pescado rico en DHA y otros fosfolípidos afines se alinea con esta ruta fisiológica, al aportar de forma concentrada lípidos que el organismo ya utiliza para construir y mantener sus membranas neuronales.
Cómo DHA PS de Nutribiolite, complemento para cerebro y ojos, se alinea con esta fisiología
DHA PS de Nutribiolite es un complemento alimenticio basado en aceite de pescado rico en DHA y fosfatidilserina, orientado a apoyar la función cerebral y visual dentro de una rutina saludable. La revisión en Nutrients pone en primer plano el papel del DHA como ácido graso estructural en el cerebro y su relevancia en estrategias de nutrición de precisión.
En este contexto, una fórmula que combina DHA procedente de aceite de pescado con fosfatidilserina ofrece una fuente concentrada de componentes que el organismo integra en las membranas de neuronas y células de la retina. El DHA contribuye a mantener la fluidez de la membrana y un entorno antiinflamatorio más equilibrado, mientras que la fosfatidilserina participa en procesos de señalización y en la organización de la superficie celular, aspectos que la literatura científica relaciona con la función cognitiva y la respuesta al estrés mental.
Esta combinación resulta especialmente interesante para adultos que ya cuidan su alimentación y su actividad física, y que desean un apoyo adicional orientado a la salud del cerebro y de los ojos, coherente con la evidencia sobre omega 3 y fosfolípidos. Se trata de una forma de encapsular una ruta fisiológica ya existente, la integración de lípidos esenciales en las membranas neuronales, en un formato cómodo y fácil de incorporar a la rutina diaria.
Complemento con DHA de aceite de pescado y fosfatidilserina, pensado para adultos que desean apoyar de forma precisa la salud cerebral y visual.
Integrar la evidencia en decisiones cotidianas
El mensaje principal del estudio es que la nutrición de precisión, centrada en microbiota, inflamación y lípidos estructurales como los omega 3, abre una vía realista para cuidar el cerebro a largo plazo. No se trata de una única intervención, sino de sumar un patrón alimentario rico en fibra y grasas de calidad, hábitos de movimiento y, cuando tiene sentido, apoyos específicos como un complemento de DHA y fosfatidilserina.
En resumen, el eje intestino cerebro responde a lo que hacemos cada día. Elegir mejor qué comemos, cómo nos movemos y qué tipo de apoyo nutricional utilizamos puede marcar la diferencia en cómo envejece nuestro sistema nervioso.
Este contenido es informativo y no sustituye el consejo de un profesional sanitario.
Preguntas frecuentes
¿Qué aporta el DHA del aceite de pescado al cerebro según la evidencia reciente
El ácido docosahexaenoico o DHA es un componente clave de las membranas de las neuronas. La revisión en Nutrients lo destaca como uno de los ácidos grasos más relevantes en la modulación del eje intestino cerebro y en la preservación de funciones cognitivas durante el envejecimiento.
¿Qué relación tiene la nutrición de precisión con un complemento como DHA PS
La nutrición de precisión busca ajustar la dieta a las necesidades individuales, teniendo en cuenta microbiota, genes y metabolismo. Un complemento como DHA PS, basado en aceite de pescado rico en DHA y fosfatidilserina, se integra en esta lógica al aportar lípidos estructurales que el organismo ya utiliza en sus membranas neuronales y visuales.
¿Tiene sentido tomar omega 3 si ya consumo pescado azul de forma regular
Si la ingesta de pescado azul es constante y suficiente, el aporte de omega 3 puede ser adecuado solo con la dieta. Algunas personas con menor consumo de pescado o con demandas cognitivas elevadas valoran un complemento como forma de asegurar un aporte estable de DHA dentro de una rutina saludable.
¿Qué papel juega la microbiota en el aprovechamiento de los omega 3
La revisión explica que la microbiota influye en la absorción y transformación de los ácidos grasos poliinsaturados. A su vez, los omega 3 pueden favorecer perfiles bacterianos más beneficiosos. Esta interacción bidireccional se considera una pieza central en las estrategias de nutrición de precisión para el cerebro.
¿DHA PS sustituye a una dieta equilibrada o a otros hábitos de salud
No, un complemento como DHA PS se plantea como apoyo a una base de alimentación variada, actividad física y descanso adecuados. Su función es concentrar nutrientes específicos relacionados con la estructura y el entorno de las neuronas, dentro de un estilo de vida que ya prioriza la salud cerebral.
